LA FAMILIA JACQUES LACAN
Desde una perspectiva
biológica, Lacan define a la familia como un grupo natural de individuos unidos
por una doble relación
biológica: La generación y las condiciones del ambiente.
La familia humana permite
comprobar las primerísimas fases de las funciones maternas, como por ejemplo
algunos rasgos del comportamiento instintivo aunque se tuvo que renunciar al
intento de hacer derivar de las relaciones familiares así definidas los otros
fenómenos observados en los animales.
Al reflexionar sobre el
sentimiento de paternidad, se comprende que en este campo las instancias
sociales dominan a las naturales. La observación y el análisis son suficientes para
poner en manifiesto que la familia es una institución ya que ésta posee una
estructura jerárquica donde su rasgo fundamental es la coacción que ejerce el
adulto sobre el niño, poseen también leyes de transmisión, de herencia de la cultura,
etc.
La familia desempeña un papel
primordial en la transmisión de la cultura ya que predomina en la educación
inicial, la represión de los instintos, la adquisición de la lengua (designada
como materna)). De ese modo, instaura una continuidad psíquica entre las
generaciones cuya causalidad es de orden mental. A esto se lo denomina herencia
psicológica.
La familia primitiva desconoce
los vínculos de parentesco, ya que éste solo es reconocido mediante ritos que
legitimaran vínculos de sangre. A medida que se descubren formas primitivas de
la familia humana surgen agrupamientos como el clan.
La familia esta formada por
complejos, imagos, sentimientos y creencias.
El complejo esta dominado por
que reproduce una cierta realidad del ambiente.
Para Lacan el complejo tiene
una parte conciente, aunque Freud lo definió en un primer momento como un
factor esencialmente inconsciente mediante el cual se revelan los síntomas,
actos fallidos, sueños, etc.
Los complejos desempeñan un
papel de organizadores y de esta forma dominan los fenómenos que en la conciencia
parecen integrarse a la personalidad. Los sentimientos y los sentimientos
familiares son considerados complejos emocionales concientes, pero son a menudo
imágenes invertidas de complejos inconcientes. Todo complejo tiene una imago
que le corresponde.
El destete, considerado como
una relación biologica interrumpida, deja en el psiquismo una huella permanente.
El destete da lugar a los sentimientos más arcaicos y estables que unen al
individuo con su familia. Se encuentra determinado por completo por factores
culturales por lo tanto es radicalmente diferente del instinto.
La aceptación o el rechazo al
destete no pueden concebirse como una elección. Son polos coexistentes y opuestos
que determinan una actitud ambivalente por aunque uno de estos aspectos
prevalece.
El complejo del destete es un
complejo que se da a través del tiempo. Si este complejo no puede atravesarse
de manera que en el psiquismo pueda instalarse la imago del seno materno se
instauraran cuestiones mortíferas. Una imago según Lacan son tensiones vitales
del recién nacido resueltas a nivel mental, es un proceso compuesto por
sensaciones como el malestar y el placer que conforman la imago materna. Estas
sensaciones pueden ser:
Exteroceptivas: Corresponden
a los primeros intereses afectivos. Las reacciones del niño ante el acercamiento
y el alejamiento de las personas que se ocupan de él dan cuenta de ello. Se
relaciona con el rostro humano.
Propioceptivas: Las
sensaciones de succión y de prensión constituyen la base de una ambivalencia: el
ser que absorbe es plenamente absorbido (abrazo materno). Se relaciona con el
complejo del destete sólo a través de su reestructuración por parte del
complejo de Edipo.
Interoceptivas: Tanto la
angustia proveniente de la asfixia del nacimiento como el frío, entre otros constituyen
malestares primordiales cuya causa es siempre la misma: una insuficiente
adaptación ante la ruptura de las condiciones de ambiente y de nutrición que
constituían el equilibrio de la vida intrauterina (imago pre-natal). Mediante
estas sensaciones el niño debe comenzar a reconocer tanto
el interior como el exterior
del propio cuerpo.
- La tendencia a la muerte es
vivida por el hombre como objeto de un apetito. Esta tendencia, bajo la forma
original que le otorga el destete, se revela en los suicidios caracterizados
como "no violentos" al
aparecer en ellos la forma
oral del complejo: huelga de hambre de la anorexia mental, régimen de hambre
de las neurosis gástricas,
etc. El análisis de estos casos muestra que en su abandono ante la muerte el
sujeto intenta reencontrar la
imago de la madre. A esto se lo denomina apetito de muerte.
El complejo de la intrusión
representa la experiencia que realiza el sujeto primitivo, cuando comprueba que
tiene hermanos. De acuerdo al lugar que el destino le otorga al sujeto en el
orden de los nacimientos podemos decir que ocupa, con anterioridad a todo
conflicto, el lugar de heredero o usurpador.
El punto es que los celos no
representan una rivalidad vital sino una identificación mental.
La agresividad, sin embargo,
se muestra como secundaria a la identificación dominando la economía afectiva.
Es en todos los casos y al mismo tiempo, soportada y actuada, es decir
sostenida en una identificación con el otro que se considera objeto de la
violencia.
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