domingo, 11 de octubre de 2015



"La palabra y el símbolo son lo único y todo lo que tenemos para expresar lo más íntimo de nuestro ser, lo más ajeno a nosotros y al mismo tiempo lo más propio, a saber, el deseo. En la clínica psicoanalítica se busca que por la palabra liberadora, por el arte de amar y por el brillo del deseo, el Sujeto se transforme e invente a sí mismo, pues abrir un espacio a la intimidad de la subjetividad, implica arriesgarse a construir, a crear, a ser el artífice de sus sueños, a responder por sus caídas y por los deseos que lo habitan».

En todas y en cada sesión de Psicoanálisis se hace y vive la experiencia de "dejar" hablar al inconsciente, a sus pensamientos, afectos, ideas, todo ello bajo la regla de la Asociación Libre".


Dr. Eleazar Correa González

viernes, 9 de octubre de 2015

CONFERENCIA MAGISTRAL "TOTEM Y TABÚ DE LA CLÍNICA AL MITO Y RETORNO"


LO FATAL





DICHOSO el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...


Rubén Darío

martes, 6 de octubre de 2015

"Pulsión de odio y muerte" Dr. Antonio Bello Quiroz






La actitud de Freud hacia la filosofía osciló entre el respeto y el rechazo que le obligaba a establecer una distancia prudente pues la especulación de la metafísica le causaba desconfianza. Freud, no abandona totalmente el espíritu de las luces y cuando lo hace es muy a pesar suyo. La intención de inteligibilidad y búsqueda de argumentaciones claras y convincentes es una marca distintiva de sus comunicaciones. A lo largo de toda su obra y buscó repetidamente se aceptaran sus argumentos. La pretensión de que el psicoanálisis sea una ciencia será siempre como un mosquito molesto que persigue su escritura, afortunadamente contra este empuje, tiene su pesimismo, su gusto por la fantasía y el mito que le acerca muy a su pesar a la filosofía. Ésta es la disyuntiva actual en la formación del psicoanalista, y que ocupa toda la polémica actual sobre su currícula. Quizá debiéramos rescatar aquí a Bergson y recordar que la filosofía no puede ser absorbida por la ciencia que tiene problemas y procedimientos distintos, amén de que los límites al conocimiento científico topan con el estudio del hombre.

Y el psicoanálisis, en mi humilde opinión, está más cerca de ser una filosofía que una ciencia. No una simple filosofía reflexiva, sino un método activo para comprender el sufrimiento humano y el espíritu que lo anima, que no es otro que el Tánatos. El final de un análisis sería precisamente la posibilidad de domeñar este principio fatal y autodestructivo, más que aprovechar todas las capacidades propias del ser humano, como lo quisiera una psicología de pasillo y de autosuperación, se trata de evitar llevar al éxito total al Principio de Placer y a la realización del deseo tal cual, y jugarse incluso por la inhibición del impulso.


Julio Ortega Bobadilla

LA CLÍNICA EN EL MALESTAR CONTEMPORANEO. DANIEL GERBER





"La verdad es aquello que falta al saber" nos enseña el Dr. Lacan El dispositivo al confrontar al sujeto a la imposibilidad de dar razón de sus enunciados a través de un nuevo enunciado, lo enfrenta a la verdad. Es decir que lo enfrenta a la inconsistencia del gran Otro.
Aparece así para el sujeto la contingencia de enfrentamiento a lo real de la estructura, es decir a la falla. Eso que Lacan escribe en la parte superior izquierda de su grafo: gran S de A barrada: S(A).
Es precisamente este espacio entre S(A) y s(A), el espacio en el cual el dispositivo convoca al sujeto. Oportunidad de que aparezca para él la contingencia, hemos dicho, de que su fantasma no se resuelva más en una hipotética localización del objeto en tanto satisfactor, sino que lo confronte como pura pérdida. La verdad aparece ahí no en su estatuto imaginario. Es decir como supuesta captura de alguna consistencia, sino como efecto de verdad, es decir como efecto de la detención, de la fractura de la cadena de significantes, es decir como la inconsistencia misma del gran Otro.

Es en ese sentido que remite a lo Real. Es en este sentido que el dispositivo vehiculiza el que el sujeto toque lo real.

Modesto Garrido

lunes, 5 de octubre de 2015

Antropología y Psicoanálisis. Lacan-Lévi Strauss


Del Psicoanálisis a la Política. Fernando Azcárate






El sujeto es efecto del lenguaje, no se engendra a sí mismo. Pero esto no significa que se defina como simple pieza de una maquinaria simbólica –la estructura- que puede cumplir eficazmente con una función precisa dentro de ella. Por el contrario, el sujeto es allí lo que falla, lo que no responde, lo imprevisible e incalculable. Si del lado de la ciencia no se ha dejado de pensar en un sujeto totalmente calculable que podría reducirse a algún coeficiente, el psicoanálisis revela la imposibilidad de dicha reducción. En este sentido se hace eco de las palabras que Sófocles ponía en uno de los coros de Antígona 2500 años antes de Cristo: "Nada que sea más asombroso que el hombre"; asombro como reacción inevitable ante el único de los seres que siempre rebasa todo cálculo y previsión.


Daniel Gerber