Esta actitud no era sincera. Nos pretendíamos dispuestos a sostener que la muerte era el desenlace natural de toda vida, que cada uno de nosotros era deudor de una muerte a la Naturaleza y debía hallarse preparado a pagar tal deuda, y que la muerte era cosa natural, indiscutible e inevitable. Pero, en realidad, solíamos conducirnos como si fuera de otro modo. Mostramos una patente inclinación a prescindir de la muerte, a eliminarla de la vida. Hemos intentado silenciarla e incluso decimos, con frase proverbial, que pensamos tan poco en una cosa como en la muerte. Como en nuestra muerte, naturalmente. La muerte propia es, desde luego, inimaginable, y cuantas veces lo intentamos podemos observar que continuamos siendo en ello meros espectadores. Así, la escuela psicoanalítica ha podido arriesgar el aserto de que, en el fondo, nadie cree en su propia muerte, o, lo que es lo mismo, que en lo inconsciente todos nosotros estamos convencidos de nuestra inmortalidad.
ESTE BLOG PERMITE REALIZAR RESÚMENES DE LAS OBRAS DE SIGMUND FREUD Y JACQUES LACAN, PARA INTENTAR ENTENDER DE MANERA DIDÁCTICA A ESTOS AUTORES, PUBLICAR LIBROS Y TRABAJOS PARA PODER PERMITIRNOS UN ACERCAMIENTO AL PSICOANÁLISIS. SI ALGUIEN REQUIERE DE UN PSICOANÁLISIS TANTO PRESENCIAL COMO EN LÍNEA, PODRÁ CONTACTARME POR MEDIO DE MI WHATSAPP 7351098826. MÉXICO.
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