Cap. I Las aberraciones sexuales
4) La pulsión sexual en los
neuróticos:
El psicoanálisis: Una
importante contribución al conocimiento de la pulsión sexual se obtiene por
medio de la exploración psicoanalítica que se sirve del procedimiento
terapéutico llamado “catártico”.
Las psiconeurosis descansan
sobre fuerza pulsionales de carácter sexual, esto es que la energía de la
pulsión sexual es la única fuente energética constante de las neurosis al punto
de que se exterioriza de manera exclusiva
(total o parcial) en los síntomas, al punto de que los síntomas son la
practica sexual de los enfermos.
El psicoanálisis elimina los
síntomas de los histéricos, considera a los mismos como sustitutos de una serie
de procesos anímicos investidos de afectos, deseos y aspiraciones, a los que en
virtud de un proceso psíquico llamado represión se le ha negado el acceso a su
tramitación en una actividad psíquica susceptible de conciencia., estas
formaciones que han quedado relegadas a un estado inconsciente aspiran a una descarga que se
encuentra en el proceso de conversión en fenómenos somáticos: síntomas
histéricos. Por medio del psicoanálisis es posible retransformar los síntomas
en representaciones devenidas conscientes investidas de afecto y averiguar
acerca de su naturaleza y linaje. La enfermedad se contrae ante la
imposibilidad de tramitar normalmente los procesos anímicos.
Resultados logrados por el
psicoanálisis: se averiguó que los síntomas son un sustituto de aspiraciones
que toman fuerza de la fuente de pulsión sexual. El carácter histérico permite
individualizar una cuota de represión sexual que rebasa la medida normal y un
aumento de las resistencias a la pulsión sexual (vergüenza, asco, moral), una
huida instintiva a todo examen intelectual del problema sexual aun alcanzada la
madurez genésica. Otro rasgo esencial de la histeria es también un despliegue
híper potente de la pulsión sexual. Se comprueba la existencia del par opuesto:
una necesidad sexual hipertrófica y una alta desautorización de lo sexual. El
intento de escapar de este conflicto convierte las aspiraciones libidinosas en
síntomas.
Neurosis y Perversión: los
síntomas constituyen la expresión convertida de pulsiones denominadas perversas
si se pudiesen exteriorizar directamente sin difracción por parte de la
conciencia en fantasías y adicciones, por lo tanto los síntomas se forman a
expensas de una sexualidad anormal: la neurosis es el negativo de la perversión
a) Todos los neuróticos
tiene mociones de inversión, de fijación de la libido en personas del mismo
sexo. En el caso de ser inversión manifiesta se presenta la homosexualidad.
b) En el inconsciente de los psiconeuroticos se
encuentran todas inclinaciones de trasgresión anatómica, especialmente las que
reclaman para las mucosas anal y bucal el papel de genitales.
c) Se
encuentran las pulsiones parciales como formadoras de síntomas;: la pulsión de
ver y la de exhibición, la de crueldad activa y pasiva, amor y odio, ternura y
hostilidad.
Material fáctico:
a) toda perversión activa es
acompañada por su contraparte pasiva (quien es exhibicionista también es
Voyeur, el sádico también es masoquista.
b) Raramente se encuentra
una sola de estas pulsiones, la más de las veces se halla un gran número.
5) pulsiones parciales y zonas erógenas
Por pulsión se entiende al representante
psíquico de una fuente de estímulos intrasomática en continuo fluir (a
diferencia del estimulo que es producido por excitaciones singulares
provenientes del afuera)-
Pulsión es un concepto de
deslinde de lo anímico respecto de lo corporal y se debe considerar como una
medida de exigencia de trabajo para la vida anímica.
La fuente de la pulsión es
un proceso excitatorios en el interior de un órgano y su meta inmediata es la
cancelación de ese estimulo de órgano
Los órganos del cuerpo
brindan excitaciones de dos clases basadas en diferencias de naturaleza
química, a una de estas excitaciones la designamos como específicamente sexual
y al órgano afectado como la zona erógena de la pulsión parcial sexual que
arranca de él.. En el caso de la histeria estos lugares del cuerpo y los
tractos de mucosa asociados se convierten en la sede de nuevas sensaciones y
alteraciones de inervación (Dora y la tos nerviosa, la picazón de garganta)
subrogados de los genitales.
Sobre las perturbaciones
psicogénicas de la visión: dualismo pulsional, pulsiones parciales, órganos de
doble función.
Existen ciertas
representaciones que permanecen inconscientes debido a que han entrado en
oposición a otras mas intensas (el yo) y que por eso han sido reprimidas. Cada
pulsión busca imponerse animando las representaciones adecuadas a su meta pero
no siempre estas son conciliables entre si por lo que se presenta un conflicto
entre las pulsiones sexuales y las de autoconservación del individuo (las
yoicas).
La pulsión sexual infantil
esta compuesta de pulsiones parciales que adhieren a las excitaciones de
regiones del cuerpo, estas pulsiones parciales deben atravesar un proceso de
desarrollo para subordinarse a las metas de la reproducción (3 ensayos de teoría
sexual) a fines de producir las
construcciones anímicas culturales. Las neurosis son el fracaso de esos
procesos emprendidos por las pulsiones sexuales parciales y los órganos y
sistemas de órganos están al servicio tanto de las pulsiones sexuales como de
las yoicas. El placer sexual no se anuda a la función de los genitales y la
boca sirve tanto para comer como para besar: mientras mas intimo sea el vínculo
entre un órgano de doble función y una de las grandes pulsiones, tanto más
difícil le resultará alcanzar la meta de la otra pulsión. En el caso de que la
pulsión sexual que se sirve del VER se llega a desarrollar una ceguera
histérica donde el yo pierde su imperio sobre el órgano, que se pone por entero
a disposición de la pulsión sexual reprimida. Solicitación somática de los
órganos, caso Dora.
Cap. II La sexualidad
infantil
El descuido de lo infantil:
la pulsión sexual en la infancia posee el carecer de una ley y existe un saber
sexual antes de la pubertad y una práctica sexual infantil temprana en niños
pequeños.
Amnesia infantil: cubre los
primeros años de vida hasta los 6 u 8 años. Convierte la infancia de cada
individuo en un tiempo anterior y le oculta los comienzos de su propia vida
sexual, esto propicia que no se le de valor a la infancia en el desarrollo de
la vida sexual. Freud la compara con la amnesia histérica, dado que las
impresiones olvidadas dejaron las huellas más profundas en la vida anímica, las
que son determinantes para todo desarrollo posterior.
1) Periodo de latencia sexual
de la infancia y sus rupturas: el neonato trae consigo gérmenes de mociones
sexuales que siguen desarrollándose durante cierto lapso, recién hacia los 3 ò
4 años su sexualidad se expresa de manera observable.
Formación reactiva y
sublimación: durante el periodo de latencia la energía de las pulsiones
sexuales infantiles es desviada de sus metas hacia otros fines, nuevas metas.
Mecanismo del proceso de sublimación: las mociones sexuales son inaplicables
dado que las funciones de reproducción no están desarrolladas, de ser así solo
provocarían sensaciones de displacer, por eso constituyen diques psíquicos
(asco, vergüenza y moral) para la eficaz sofocación de ese displacer. Mediante
la sublimación es que se adquieren los logros culturales.
Rupturas del periodo de
latencia: en la pubertad se produce el estallido de la pulsión sexual
2) Las exteriorizaciones de
la sexualidad infantil:
El chupeteo: contacto de
succión de la boca repetido rítmicamente que no tiene por fin la nutrición.,
Una parte de los propios labios, la lengua, un lugar de la piel que este al
alcance son tomados como objeto para ejecutar la acción de mamar junto a una
pulsión de presión que lleva a un adormecimiento. Separa lo genital de lo
sexual.
Autoerotismo: el carácter
mas llamativo de las practicas sexuales infantiles se que se satisface en el
cuerpo propio, es autoerótica, donde la acción del niño chupeteador se rige por
la búsqueda de un placer ya vivenciado y ahora recordado (de mamar el pecho
materno o de sus subrogados). La boca del niño se comporta como zona erógena,
asociada originariamente a la satisfacción de alimentarse. Vemos que el
quehacer sexual se apuntala en las funciones de conservación de la vida y mas
tarde se independizan de ella.
Características de las
exteriorizaciones sexuales infantiles: a) nacer apuntalándose en una de las
funciones importantes para la vida, b) no reconocer objeto sexual, o sea ser
autoerótica c) su meta sexual esta bajo el imperio de una zona erógena.
3) La meta sexual de la
sexualidad infantil:
Características de las zonas
erógenas: es un sector de la piel o de mucosa en el que estimulaciones de
cierta clase provocan una sensación placentera de determinada cualidad.
Cualquier sector del cuerpo puede ser dotado de la excitabilidad de los genitales
y elevarse a la condición de zona erógena. En las neurosis la represión afecta
sobre todo a las zonas genitales, las que prestan su estimulabilidad a las
restantes zonas erógenas. Las zonas erógenas e histerógenas exhiben los mismos
caracteres.
Meta sexual infantil: la
meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir la satisfacción
mediante la estimulación apropiada de la zona erógena que se ha escogido
producto de un vivenciar anterior. La necesidad de repetir la satisfacción se
trasluce por a) un peculiar sentimiento de tensión que posee el carácter de
displacer b) una sensación de estimulo o de picazón condicionada centralmente y
proyectada a la zona erógena periférica. La meta sexual procuraría sustituir la
sensación de estimulo proyectada sobre la zona erógena, por aquel estimulo
externo que la cancela al provocar la sensación de satisfacción. Por lo que se
observa que para cancelar un estimulo se requiere de un segundo estimulo
aplicado al mismo lugar.
4) Las exteriorizaciones
sexuales masturbatorias:
Activación de la zona anal:
es apta para proporcionar apuntalamiento de la sexualidad en otras funciones
corporales. Los niños sacan partido de la estimulación erógena de la zona anal
reteniendo las heces hasta que ello les provoca fuertes contracciones
musculares que al pasar por el ano producen estímulos sobre la mucosa. El
contenido de los intestinos es tratado como parte de su propio cuerpo y
representa el primer “regalo” mediante el cual expresan obediencia o desafío
hacia el medio. Luego cobra el significado de “hijo” en el marco de la teoría
de la cloaca en las teorías sexuales infantiles. En niños mayores se da una
acción masturbatoria anal genuina por condicionamiento central o periférico.
Activación de las zonas
genitales: la zona relacionada con la micción (glande y clítoris) tanto en
niñas como varones están relacionadas con las partes sexuales reales y su
activación dará comienzo a la posterior vida sexual normal. Debido a las
estimulaciones producto del cuidado corporal estas zonas serán estimuladas
placenteramente y se despertará en el lactante la necesidad de repetición. Es
mediante el onanismo del lactante (todos los quehaceres autoeróticos al
servicio de la satisfacción sexual) que se establece el primado de esta zona
erógena para la actividad sexual.
Se distinguen 3 fases de la
masturbación infantil: a) periodo de lactancia b) florecimiento de la práctica
sexual (hacia los 4 años) c) onanismo de la pubertad, es el único que suele
tenerse en cuenta.
Segunda fase de la masturbación
infantil: el onanismo del lactante parece desaparecer tras un breve lapso.
Alrededor de los 4 años la pulsión sexual suele despertar nuevamente en la zona
genital y durar un lapso. Es durante esta segunda activación donde se producen
las mas huellas mas profundas (inconscientes) en la memoria de la persona,
donde se determina su carácter si permanece sana o se desarrolla la
sintomatología de la neurosis si enferma luego de la pubertad olvidando este
periodo sexual y desplazando los recuerdos conscientes vinculando esto con la
amnesia infantil. Por medio del psicoanálisis se logra hacer consciente lo
olvidado.
Retorno de la masturbación
de la lactancia: el aparato sexual aun no desarrollado se hace presente por
medio del aparato urinario, la enuresis nocturna corresponde a poluciones. No
se requiere de la seducción para despertar la vida sexual del niño y ese
despertar se puede producir tambien por causas internas (mis tesis… cae la VSP
como factor relevante en la constitución del síntoma y prepondera la fantasía,
invención de recuerdos)
Disposición perversa
polimorfa: bajo la influencia de la seducción el niño puede convertirse en un
perverso polimorfo y practicar todas las transgresiones posibles, las que no
tropiezan con resistencias porque aun no se han erigido la formación de diques
anímicos contra los excesos sexuales: vergüenza, asco y moral.
Pulsiones parciales: la vida
sexual infantil muestra componentes que desde el comienzo envuelven a otras
personas en calidad de objetos sexuales. De esta índole son las pulsiones de
ver, de exhibir y la crueldad. Aparecen independizadas de las zonas erógenas y
mas tarde entran en estrecha relación con lo genital. Al carecer de vergüenza
el niño muestra su cuerpo desnudo (en especial los genitales) y tiene curiosidad
por ver los genitales de otras personas. La capacidad de compadecerse y la
inhibición en virtud de la cual la pulsión de apoderamiento se detiene ante el
dolor del otro se desarrollan más adelante. La ausencia de compasión establece
un enlace peligroso entre las pulsiones crueles y las erógenas y es por esto
que debe evitarse el castigo corporal.
5) la Investigación sexual
infantil
Trieb: La pulsión de saber:
entre los 3 y 5 años se inicia la actividad que responde a la pulsión de saber
o de investigar. Su acción corresponde a una manera sublimada de apoderamiento
y trabaja con la energía de la pulsión de ver. Pulsión de saber ligada a la
pulsión sexual infantil. Hay un punto de anudamiento entre la sexualidad y el
saber y esto se plasma en el campo de las teorías sexuales infantiles
Freud afirma que son teorías falsas pero que
contienen un fragmento de verdad. Apunta a la pregunta por el origen de los
niños se inventan teorías. Es una pregunta sobre su propia existencia “¿De
dónde vienen los niños?” El enigma de la esfinge: lo que pone en marcha la
actividad investigativa del niño son fines prácticos, quiere saber de donde
vienen los niños y supone que todos los seres poseen un genital como el suyo.
- Teoría de la cloaca: son concebidos por la
boca y paridos por el ano. Anuda algo del orden de la satisfacción pulsional
del comer con la satisfacción pulsional de la zona erógena anal. Esta teoría va
de la mano de que no existe diferencia entre hombres y mujeres (es solidaria
con la ausencia de los sexos) Teorías del nacimiento: ante la pregunta de donde
vienen los niños el niño supone que los hijos se conciben por haber comido algo
determinado y se los da a luz por el intestino, como la materia fecal (teoría
de la cloaca)
- Teoría de la concepción
sádica del coito: el niño inscribe la escena sexual que ve a partir de su
propia constitución pulsional (función de apoderamiento: dominación muscular)
en el sadismo el masculino es activo y el femenino es pasivo. Concepción sádica
del comercio sexual: si los niños son espectadores del comercio sexual entre
adultos concibe el acto sexual como una especie de maltrato o sojuzgamiento en
el sentido sádico. Los niños se preguntan que es estar casados y buscan las
respuestas en las funciones de micción y defecación (ir juntos al baño, verse
la cola).
- Premisa universal del pene
(PUP): el enigma por la diferencia de los sexos también involucra una pregunta
por la propia existencia. La diferencia de los sexos desmentida en el punto en
que hay algunos a los que les falta el pene. PUP: todos tenemos pene, a las
mujeres ya les crecerá. La madre tiene pene, ella provee todo lo que el niño
necesita. Al mismo tiempo que se quiere saber también esta el deseo de no saber
que esta premisa no es universal (apego a la idea de castración) Entonces
aparece otro modo de inscribir la idea del sexo entre los que tienen y los que
no tienen: fálico (masculino) es opuesto a castrado (femenino). Esta diferencia
de los sexos no es una cuestión biológica, sino que es un proceso psíquico.
Complejo de castración y envidia del pene: El
niño cree firmemente en la universalidad del pene pero debido al complejo de
castración abandona esta creencia (al comprobar que la mujer no tiene pene
supone que ha sido castrada). El efecto de esta «amenaza de castración» es,
como corresponde a la alta valoración del órgano amenazado, extraordinariamente
profundo y duradero. Todos estos hechos no contradicen, ciertamente, la teoría
sexual infantil de que la mujer posee, como el hombre, un pene (el clítoris). La niña muestra un vivo interés por los
genitales masculinos y es presa de la envidia del pene al punto de desear ser
un varón.
El típico fracaso de la
investigación sexual: las teorías sexuales infantiles son producto de la
constitución sexual del niño y dan prueba de la gran comprensión sobre los
procesos sexuales. Ignora dos elementos: el papel del semen fecundante y la
existencia de la abertura sexual femenina.
6) Fases de desarrollo de la
organización sexual.
Características de la vida
sexual infantil. A) Autoerótica: el objeto se encuentra en el propio cuerpo B)
Las pulsiones parciales aspiran a conseguir placer cada una por su cuenta sin
conexión entre si.
Al llegar a la vida sexual
adulta la consecución del placer se ha puesto al servicio de la reproducción, y
las pulsiones parciales - bajo el primado de una única zona erógena – han
formado una organización sólida para el logro de la meta sexual en un objeto
ajeno.
Organizaciones pregenitales:
son aquellas organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales
todavía no han alcanzado su papel hegemónico. A) Canibálica u oral: la
actividad sexual no se ha independizado de la nutrición y la meta sexual
consiste en la incorporación del objeto (mas adelante se corresponderá con la
identificación). El chupeteo es la resignación del objeto ajeno a cambio de uno
situado en el cuerpo propio. B) Sádico-anal: ya se desplegó la división en
opuestos, no masculino y femenino sino activo y pasivo. La actividad es
producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura y como
órgano de la meta sexual pasiva se constituye la mucosa erógena del intestino. En esta fase son pesquisables la
polaridad sexual y el objeto ajeno. Aun falta la organización y subordinación a
la función de reproducción.
Ambivalencia: esta forma de
organización sexual puede conservarse a lo largo de toda la vida y atraer hacia
si buena parte de la práctica sexual. Predomina el sadismo y la zona anal en
papel de cloaca. Los pares de opuestos pulsionales están plasmados en un grado
aprox. igual.
Para completar el cuadro de
la vida sexual infantil Freud agrega que en la niñez ya se elige el objeto como
la que se supone se realiza característicamente en la pubertad, siendo este el
máximo acercamiento posible durante la infancia a la conformación definitiva de
la vida sexual luego de la pubertad.
La unificación de las
pulsiones parciales y su subordinación a los genitales al servicio de la
reproducción es la última fase por la que atraviesa la organización sexual.
Freud agrega en 1924 una
tercera fase genital donde muestra un objeto sexual y las aspiraciones que se
tienen sobre ese objeto y se diferencia en un punto esencial de la organización
definitiva de la madurez genésica: solo reconoce el órgano sexual masculino, es
la fase fálica. (la vagina es genital y el falo es sexual, la mujer lesbiana va
al ginecólogo)
Los dos tiempos de la
elección de objeto: el primer tiempo se da en la infancia (entre los 2 y 5
años) para luego detenerse o retroceder y se caracteriza por la meta infantil
de sus metas sexuales. La segunda etapa
sobreviene en la pubertad y determina la conformación definitiva de la vida
sexual. Los resultados de la elección infantil del objeto son inaplicables para
la pubertad. Las metas sexuales se han atemperado y solo pueden figurar en lo
que se llama la corriente tierna de la vida sexual. La elección del objeto de
la pubertad tiene que renunciar a los objetos infantiles y empezar de nuevo
como corriente sensual La no confluencia de las dos corrientes hace que no se
puedan unificar todos los anhelos en un objeto (siendo esta uno de los ideales
de la vida sexual).
7) Fuentes de la sexualidad
infantil:
a) como calco de una
satisfacción vivenciada a raíz de otros procesos orgánicos. b) por una
apropiada estimulación periférica de las zonas erógenas c) como expresión de
pulsiones (pulsión de ver y pulsión a la crueldad)
Excitaciones mecánicas:
excitación sexual mediante sacudidas mecánicas del cuerpo (juegos de movimiento
pasivo, hamacados o arrojados al aire), paseos en tren y la sensación de
movimiento)
Actividad muscular: la
actividad muscular constituye para el niño una necesidad de cuya satisfacción
extrae un placer extraordinario. El placer provocado por las sensaciones de
movimiento pasivo es de naturaleza sexual o genera excitación sexual. La
inclinación a trabarse en lucha con determinada persona mediante la musculatura
(más adelante en disputas por la palabra) son buenos signos de que se ha
elegido como objeto a esa persona. El enlace infantil entre juegos violentos y
excitación sexual es codeterminante de la orientación preferencial que
imprimirán más tarde a su pulsión sexual.
Procesos afectivos: los
procesos afectivos más intensos, aun las excitaciones terroríficas, desbordan
sobre la sexualidad. Muchos afectos displacenteros (el miedo, l angustia y el
espanto) se vinculan a la sexualidad, así como las sensaciones de dolor
provocan efecto erógeno constituyendo las raíces de la pulsión sadomasoquista.
Trabajo intelectual: la
atención en una tarea intelectual, el esfuerzo mental, tienen por consecuencia
una excitación sexual en personas jóvenes o maduras, de aquí derivan las
perturbaciones nerviosas de “un exceso de trabajo” mental.
Rasgos generales: Varios son
los reaseguros que ponen en marcha los procesos excitatorios sexuales, sobre
todo las excitaciones de las superficies sensibles (piel y órganos de los
sentidos) y las estimulaciones de las zonas erógenas. La cualidad y la
intensidad del estimulo es decisivo. La excitación sexual se genera como efecto
colateral de una serie de procesos internos, para lo cual basta que la
intensidad rebase cierto limite.
Las pulsiones parciales de
la sexualidad derivan de las fuentes internas de excitación sexual o se compone
de aportes a esas fuentes y de las zonas erógenas.
Diversas constituciones
sexuales: no en todos los individuos existe la misma intensidad de la fuente de
excitación sexual.
Vías de influencia
reciprocas: todas las vías de conexión que llegan hasta la sexualidad desde
otras funciones tienen que poderse transitar tbm en la dirección inversa (los
labios cumplen dos funciones: satisfacción sexual y nutrición. Se ve perturbada
la nutrición cuando son perturbadas las funciones erógenas de la misma)
Cap. III Las metamorfosis de
la pubertad
5) el hallazgo del objeto:
durante la pubertad se afirma el primado de las zonas genitales (el miembro
erecto remite a la nueva meta sexual: la penetración). Desde lo psíquico se
consuma el hallazgo del objeto.
Cuando la satisfacción
sexual estaba dada por la nutrición, la pulsión sexual tenía un objeto fuera
del cuerpo propio: el pecho materno. Lo perdió mas tarde cuando el niño pudo
formar la representación global de la persona a quien pertenecía ese órgano que
le dispensaba satisfacción y la pulsión sexual pasa a ser autoerótica. El mamar
del pecho materno se constituye en el paradigma de amor y el hallazgo del
objeto de la pubertad es un reencuentro.
El psicoanálisis marca 2 caminos para el encuentro del objeto: a) por
apuntalamiento de los modelos de la temprana infancia b) el narcisista, que
busca el propio yo y lo encuentra en otros.
Objeto sexual del periodo de
lactancia: el niño aprende a amar a los que satisfacen sus necesidades y le
prodigan cuidados. Estos primeros
cuidados maternales son para el niño una continua fuente de excitación y de
satisfacción sexual a partir de las zonas erogenas (lo acaricia, lo besa, lo
mece y lo toma como un objeto sexual de pleno derecho)
Angustia infantil: la
angustia en los niños es la expresión de su añoranza por la persona amada. Los
niños con pulsión sexual hipertrofiada por mimos excesivos padecen angustia,
tan pronto como no pueden satisfacer su libido la mudan en angustia.
La barrera del incesto:
cuando la ternura de los padres sobre el niño evita la anticipación del
despertar de la pulsión sexual y lo hace en la pubertad cuando ya están dadas
las condiciones físicas, la pulsión logra el cometido de conducir a ese niño
hacia la madurez y hasta la elección del objeto sexual. Lo mas inmediato seria
que eligiese a aquellas personas a las que ama pero se ha erigido ante el la
barrera del incesto. (Tótem y Tabú)
La elección de objeto se
efectúa primariamente en la esfera de la representación, y la vida sexual del
joven se despliega en el espacio de las fantasías no destinadas a ejecutarse,
por lo que la moción sexual del niño es hacia sus progenitores diferenciada por
la atracción hacia el sexo opuesto. Junto con esto se consuma uno de los logros
más importantes pero mas dolorosos de la pubertad: el desasimiento respecto de
la autoridad de los progenitores.
Efectos posteriores de la
elección infantil de objeto: la elección del objeto tiene apuntalamiento en el
modelo de los progenitores y todo lo que hace serie con ellos.
Prevención de la inversión:
el gran poder que previene una inversión permanente del objeto sexual es sin
duda la atracción reciproca de los caracteres sexuales opuestos a pesar de las
apasionadas amistades de los adolescentes con los de su mismo sexo.